Primero fue el sur, ¿Ahora van por el norte?
Ricardo Barreiro es secretario del matrimonio presidencial desde los 90. Con un supuesto crédito del Banco de Santa Cruz levantó una moderna posada boutique en la zona de los Valles Calchaquíes. Los terrenos pertenecerían a la comunidad aborigen de los Quilmes. Su cacique, Mario Quinteros, le dijo a PERFIL que esas tierras les “fueron arrebatadas”.
Juan Cruz sanz / Edgardo Guantay*
2007-06-10 02:13:44
Ramón Hernandez fue un emblema del década de los ‘90. El ex secretario privado de Carlos Menem aún hoy no puede justificar cuentas bancarias a su nombre por más de cinco millones de dólares. A pesar de su insistencia por mostrarse como un exponente de la nueva política, Néstor Kirchner también tiene un “secretario próspero”.
En El Calafate, surgió Ricardo Barreiro, colaborador y secretario del matrimonio Kirchner que pasó de ser empleado de protocolo provincial a empresario y dueño de un hotel que está por ser inaugurado en una de las zonas de mayor atractivo de Tucumán, los valles Calchaquíes.
Amaicha del Valle tiene 2 mil habitantes y se encuentra a 180 kilómetros de San Miguel de Tucumán. Sobre la Ruta 307 y a 150 metros de la única estación de servicio del lugar, ya se ve la construcción de Altos de Amaicha, el hotel cuatro estrellas del secretario K.
Según contaron a PERFIL los máximos representantes de la comunidad aborigen, Barreiro le expropió a la tribu de los indios quilmes (ver recuadro página 17) las tierras donde se construyó el hotel. Eso sí, la habitación se cotiza en dólares y costaría US$ 110 la noche.
Una pequeña pileta y un jacuzzi reciben al visitante en la entrada de la posada. PERFIL visitó las instalaciones que habrían implicado una inversión cercana al millón y medio de pesos. Esa cifra duplicaría los 700 mil pesos que había anunciado en marzo de este año Marta Miroli, esposa de Barreiro y encargada de controlar el hotel. “Es gente de Kirchner”, cuentan en el pueblo cuando se pregunta por el nuevo hotel.
“Barreiro es en El Calafate el lobbysta de Kirchner. Se muestra como el único que tiene el nexo para llegar al Presidente”, contó a este diario un hombre de la política en la villa turística. Barreiro generó estrechos lazos con Rudy Ulloa –el ex chofer K que se convirtió en empresario de medios– y logró progresar a pasos agigantados. “Tiene varias franquicias de empresas nacionales, a las que llegó por su conexión con Kirchner. En los primeros años del kirchnerismo era un tipo común de clase media baja. Su crecimiento fue aluvional e inexplicable”, dijo a PERFIL Alvaro Lamadrid, candidato a intendente de El Calafate, por la UCR-Frente Cívico.
“No hay duda de que sus dueños son gente poderosa, porque la comuna le prestó los camiones cisternas para que lleven agua para la obra. A mediados de marzo un helicóptero aterrizó en el hotel”, contaron los vecinos de Amaicha.
La mujer de Barreiro promocionó el lugar
Marta Miroli es una tucumana transformada en pingüina. Docente de profesión, a los comienzos de los 90, cambió el calor del Jardín de la República por el frío santacruceño. La esposa del secretario K es la que pone la cara por su marido. “Era una pareja a la que ni siquiera le alcanzaba el sueldo. Ella es docente y él era empleado público. Era el mayordomo de la residencia oficial en El Calafate”, cuenta una amiga del matrimonio.
“A todos les dice que el hotel es de ella y que lo hizo con un crédito del Banco de Santa Cruz, hasta muestra los papeles. Marta sabe que todos creen que ellos sólo ponen la cara”, contó un miembro del Consejo de Educación de Santa Cruz. El 25 de marzo de este año, La Gaceta de Tucumán le dedicó una nota a Miroli: “La inversora del hotel de Amaicha es Marta Miroli, una tucumana que está radicada en El Calafate (Santa Cruz) que dijo estar enamorada de los valles Calchaquíes. “Tenemos prevista, en una primera etapa, un complejo de categoría cuatro estrellas, con ocho habitaciones, 16 plazas en total. Habrá jacuzzi, un solarium, ambientes climatizados, televisores plasma y servicio de televisión satelital”, aseveró Miroli. “Buscamos concesionar el bar y el restaurante, y sumar vehículos 4 x 4 para explotar el turismo aventura”, comentó.
“Nos dijeron que tenían vínculos con Presidencia”, dice el cacique Quinteros
La construcción del complejo hotelero Altos de Amaicha ya genera polémica y malestar entre la comunidad aborigen del Valle Calchaquí, porque según sostiene el cacique Mario Quinteros, usurparon las tierras que habían sido “heredadas de sus antepasados .”
“Antes de comenzar a construir, Miroli y Barreiro, se acercaron a la comunidad para ver como podían comprar las tierras, pero les explicamos que esas tierras no se podían vender porque eran un legado de nuestros antepasados. Les propusimos que a cambio de cederle la explotación de las mismas de manera transitoria, ellos hicieran una propuesta para compartir las ganancias en beneficio de la comunidad, pero se negaron”, afirmó Quinteros. “Terminaron negociando con un vecino (Juan de Dios Abalo), que tenía un título de posesión de las tierras y comenzaron la construcción –continuó Quinteros–. Nosotros le advertimos que el boleto de compraventa que tenían carecía de validez jurídica y que la Constitución provincial, en el articulo 149 reconoce nuestra posesión y propiedad sobre las tierras y prohíbe su enajenación y su embargo. Ellos nos dijeron que no les importaba porque tenían estrechos vínculos con Presidencia de la Nación y se iban a encargar de solucionarlo”. Marta Miroli le dice a quien la quiera escuchar que ellos están “haciendo absolutamente todo dentro de lo que marca la ley y que recién va a inaugurar cuando tengan todo en regla”.
“Han ocupado tierras que pertenecen a la comunidad y lo han hecho sin nuestro consentimiento. Además, amenazan con extinguir las pocas fuentes genuinas del Valle Calchaquí”, advirtió el cacique Mario Quinteros. “Si no se acercan a dialogar, no nos quedará más remedio que reunir al consejo de ancianos y ver si iniciamos alguna acción judicial”.
Mientras tanto, los trabajos en el hotel se aceleran y Miroli y Barreiro se desesperan por tener todo listo antes de las vacaciones de julio.
Fuente: Diario PERFIL